jueves, 26 de junio de 2008


Había dejado de escribir. La verdad es que fue principalmente por una cuestión de tiempo. Entre el trabajo, mi niño y la agrupación no queda mucho tiempo disponible, pero todo el esfuerzo vale la pena.

Apandia es hoy una agrupación consolidada: Tenemos sede, y nos adjudicamos un FONADIS que nos ha permitido implementar la primera sala de rehabilitación para niños con espectro autista de Iquique. Este proyecto beneficiará a los cerca de 30 niños que forman parte de nuestra organización y a sus familias, capacitando a sus padres como co-terapeutas y ofreciendo apoyo multidisciplinario para los niños. Es un tremendo orgullo para los 30 padres que formamos parte de Apandia: Hemos dejado de ser esos padres pasivos que se lamentran por no poder cubrir las necesidades de sus hijos y estamos en camino de transformarnos en verdaderas herramienta de apoyo para su rehabilitación.

Mi Felipe también ha recorrido un camino largo. Hoy se encuentra asistiendo a UPANAC, un centro de atención especializada para niños con trastornos de la comunicación....en pocas palabras una escuela especial pagada. En Noviembre del 2007 el diagnóstico de Felipe cambió derechamente a Espectro Autista como parte de un TGD, la verdad no fue un balde de agua fría pues el corazón me lo gritaba hace tiempo. A pesar de que tiene 4 años y 3 meses y aún no tiene nada de lenguaje y no deja los pañales, hemos visto cambios lentos pero no menos importantes: Fija mas la mirada, se conecta un poco más, ha mejorado el interés comunicativo y los gestos....detalles para la mayoría de los padres....verdaderos milagros para nosotros.

El camino es duro, pero siempre hay recompensas para el alma.